El cambio climático está transformando el paisaje físico del mundo y su impacto es evidente en el Cuerno de África, donde regiones vulnerables enfrentan una creciente desestabilización, tales como el aumento del nivel del mar, el retroceso de los glaciares y la frecuencia de eventos climáticos extremos, que amenazan los recursos básicos como agua y alimentos.
La inestabilidad de los Estados y la seguridad en varias regiones clave, como el Oriente Medio y África, pueden llevar a nuevos conflictos políticos y económicos debido a su falta de acceso a los recursos básicos.
Según el Índice de Fragilidad de los Estados del Fondo para la Paz, Eritrea, Etiopía, Kenia, Somalia, Sudán y Sudán del Sur (pertenecientes al Cuerno de África) se encuentran entre los estados más vulnerables del mundo. El cambio climático agrava los conflictos entre comunidades de agricultores y pastores debido a la variabilidad climática, y eventos extremos como sequías pueden exacerbar tensiones y conflictos internos.
En Somalia, la sequía provocada por el cambio climático exacerbó la escasez de alimentos y agua, lo que condujo a situaciones de conflictividad y violencia.
Aunque el cambio climático es predecible en cierta medida, la falta de preparación para sus efectos aumenta los riesgos de conflictos y desestabilización. La urbanización en la región costera del Cuerno de África la hace vulnerable a la elevación del nivel del mar, lo que puede inundar infraestructuras y desplazar poblaciones.
El cambio climático no solo afecta a la seguridad del Cuerno de África, sino que también tiene repercusiones a nivel global. La combinación de riesgos sin precedentes y cierta previsibilidad destaca la importancia de estar preparados para abordar los desafíos del cambio climático. Esto requiere un esfuerzo conjunto de instituciones nacionales e internacionales para fortalecer la resiliencia climática en la región y evitar la desestabilización tanto local como global.

Fuente: https://es.unesco.org/courier/2018-2/cambio-climatico-riesgo-nuevos-conflictos