En América Latina y el Caribe, alrededor de 85 millones de personas enfrentan la realidad de vivir con discapacidades, lo que representa aproximadamente el 14,7% de la población de la región. Entre este grupo, se encuentran niños con discapacidad que inician sus vidas enfrentando desafíos significativos. En comparación con sus pares sin discapacidades, los niños con discapacidad tienen un 42% menos de probabilidades de adquirir las habilidades fundamentales en lectura, escritura y matemáticas. Además, enfrentan un 47% más de riesgo de no asistir a la escuela primaria y un 32% más de probabilidad de sufrir castigos corporales severos.
En el ámbito laboral, en América Latina y el Caribe, casi la mitad de las personas con discapacidad en edad productiva se encuentran desempleadas. Esto se debe a una serie de obstáculos en el entorno laboral, que incluyen la falta de accesibilidad en las calles, el transporte y los lugares de trabajo, así como la discriminación y los prejuicios negativos. A pesar de que la región ha ratificado la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU y cuenta con leyes relacionadas con la inclusión laboral de personas con discapacidad, el camino hacia un empleo formal sigue siendo complicado, especialmente si no se han implementado procesos de inclusión educativa y si la infraestructura accesible es limitada.
A nivel global, la exclusión de las personas con discapacidad no solo tiene un impacto en el bienestar de los individuos, sino que también conlleva un impacto económico significativo, ya que podría traducirse en una pérdida de entre el 3% y el 7% del Producto Interno Bruto (PIB). Esto enfatiza la importancia de abordar la inclusión con un enfoque que valore la diversidad, lo que no solo generaría oportunidades de desarrollo social y económico para el país, sino que también contribuiría a la creación de sociedades más igualitarias y tolerantes.
La estrategia de inclusión y diversidad del grupo BID 2023-2028 se basa en tres pilares: diversidad, equidad e inclusión. El BID promueve la inclusión laboral de personas con discapacidad en varios sectores, incluido el energético. En colaboración con el Ministerio de Energía y Minas de la República Dominicana y la Fundación Arcángeles, han realizado un diagnóstico de inclusión de personas con discapacidad y un plan de acción.
El objetivo de la iniciativa es promover la inclusión de personas con discapacidad en el Ministerio, en línea con la Convención de Derechos de las Personas con Discapacidad y la ley 5-13 de República Dominicana. El trabajo se divide en tres dimensiones: una normativa que implica el análisis legal, una institucional que se enfoca en la coordinación entre las dependencias del ministerio, y una práctica que aborda la eliminación de barreras físicas y tecnológicas.
Este proceso ha avanzado en la consolidación de un plan de acción para crear un entorno laboral inclusivo. Se han realizado análisis de accesibilidad en las instalaciones del ministerio, lo que ha generado recomendaciones de ajustes razonables a corto, mediano y largo plazo para mejorar la accesibilidad de las instalaciones.

Fuente:https://blogs.iadb.org/energia/es/sostenibilidad-y-eficiencia-energetica-de-republica-dominicana-una-contribucion-del-bid-para-la-inclusion-laboral-de-personas-con-discapacidad/